La semana santa no ha dado mucha tregua y la lluvia, granizo y frío se ha instalado en Villalfeide, incluso algún día amaneció nevando, pero a estas alturas tengo el running metido por las venas y un 'simple' vendaval no me quita de salir a disfrutar.
El sábado me llama Roberto de Interval y me propone acompañar a unos colegas alicantinos (Begoña y Javier: http://novelvision.blogspot.com.es/) que quieren disfrutar de la zona y llevan el track de la carrera. Ya tenía previsto una salida para esta mañana con Avelino pero como sé que le gusta disfrutar igual que a mi, le propongo este cambio de planes el cual acepta sin ningún tipo de reparo.
El sábado me llama Roberto de Interval y me propone acompañar a unos colegas alicantinos (Begoña y Javier: http://novelvision.blogspot.com.es/) que quieren disfrutar de la zona y llevan el track de la carrera. Ya tenía previsto una salida para esta mañana con Avelino pero como sé que le gusta disfrutar igual que a mi, le propongo este cambio de planes el cual acepta sin ningún tipo de reparo.
El domingo de Pascua quedamos en Villalfeide a las 9:30 horas, en una mañana fría y con una helada respetable pero que no asusta ya que el cielo azul hace preveer una mañana disfrutona. Y cual es mi sorpresa cuando al salir de casa para recibir a Javier y Begoña, veo bajar por la plaza del pueblo a un grupo numeroso entre los que están: Jose Manuel, Raúl, Javi, Roberto, etc..., que vienen desde Aviados para realizar el mismo recorrido que nosotros, asi que, como en las mejores kedadas, nos agrupamos junto con Avelino y su mastín Rocky para subir juntos hacia la Forqueta para dar paso al bosque.
Pero a la salida de esté nos enteramos que a alguno de ellos se le han caído las llaves y tienen que darse la vuelta. Mucha rabia me dió ya que estaba saliendo todo a las mil maravillas. En cualquier caso me alegro por otro lado que encontraran las llaves. Espero que para otra ocasión podamos compartir una salida así.
Total que el resto del grupo nos desviamos desde los Sierros del Focil hacia la Peñica para acometer la subida al pico. Al principio teníamos dudas de que la nieve caída esos días estuviera helada, ya que la mañana era muy fría, pero al mismo tiempo que cogíamos altura el sol apretaba con ganas y no tuvimos problemas para llegar a la cumbre sin mayores percances que una mala pisada que tuve y que me jodíó la pantorrillera y un brechazo en la pierna izquierda que no paraba de sangrar hasta que mi querido amigo Avelino, me instruyó con su sabiduría poniendo una cataplasma de barro. Mano de santo.
Después bajamos trotando desde Valmerín para acceder al camino del depósito camino al pueblo pero antes nos desviamos a la famosa tachuela, La Mata del Espino, una subida no demasiado larga pero lo suficientemente pendiente para acabar mermando las pocas fuerzas que uno pueda llevar a estas alturas. Cruzamos Villarinos y 'pal' pueblo donde Avelino nos tenía guardada una gran sorpresa en su casa, un marco incomparable con vistas a la peña donde todos juntos pudimos brindar con limonada casera y chorizo.
Pero a la salida de esté nos enteramos que a alguno de ellos se le han caído las llaves y tienen que darse la vuelta. Mucha rabia me dió ya que estaba saliendo todo a las mil maravillas. En cualquier caso me alegro por otro lado que encontraran las llaves. Espero que para otra ocasión podamos compartir una salida así.
Vallín del Agua.
Total que el resto del grupo nos desviamos desde los Sierros del Focil hacia la Peñica para acometer la subida al pico. Al principio teníamos dudas de que la nieve caída esos días estuviera helada, ya que la mañana era muy fría, pero al mismo tiempo que cogíamos altura el sol apretaba con ganas y no tuvimos problemas para llegar a la cumbre sin mayores percances que una mala pisada que tuve y que me jodíó la pantorrillera y un brechazo en la pierna izquierda que no paraba de sangrar hasta que mi querido amigo Avelino, me instruyó con su sabiduría poniendo una cataplasma de barro. Mano de santo.
Después bajamos trotando desde Valmerín para acceder al camino del depósito camino al pueblo pero antes nos desviamos a la famosa tachuela, La Mata del Espino, una subida no demasiado larga pero lo suficientemente pendiente para acabar mermando las pocas fuerzas que uno pueda llevar a estas alturas. Cruzamos Villarinos y 'pal' pueblo donde Avelino nos tenía guardada una gran sorpresa en su casa, un marco incomparable con vistas a la peña donde todos juntos pudimos brindar con limonada casera y chorizo.
Cumbre
Dos Macabeos en la cumbre.
Cumbre
Avelino haciendo una de las suyas...
A continuación dejo la entrada de Javier y Begoña en su blog NovelVision, de esta estupenda salida que me uno a valorarla con un 10 como ellos. http://novelvision.blogspot.com.es/2012/04/entrenamiento-en-leon-villalfeide.html
Brindando por los buenos momentos. Salud!!!
... y el Polvoreda de testigo.
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