7 de julio de 2012

Amanecer en el Polvoreda


Esta es una de las entradas que más ganas le tenía. Y quién no? verdad? Ver amanecer en el Polvoreda. Cualquier ascensión al pico es para enmarcar pero esta es para adornarle de joyas y sacarla a pasear solo los domingos. Es el mejor motivo para robar el tiempo al sueño.

Solo tenía que encontrar a otro loco que se atreviese a saltar de la cama a la hora convenida y sin ningún miramiento. Casi siempre, estas actividades son las que se quedan en el olvido, en el saco, en el baúl de los posibles, pero esta vez la hice realidad junto con Avelino (otro loco o peor aún).

Juntos nos disponemos a cruzar las sombras de la noche al lado de la luna y unos pequeños leds de nuestros frontales. Variamos ligeramente la subida normal para realizar un trazado más directo por temor a que el sol llegara antes que nosotros, pero las piernas iban fuertes e incluso tuvimos tiempo de sobra en cumbre como para recrearnos y pasar un poco de frio hasta que el sol hizo de calentador.



Todo el arsenal que nos acompaña.

Al fondo Villalfeide, que gracia, ehhh no se ve na de na.

Y a mi lado, Avelino que no hizo falta ser un 
pico de oro para convencerle.
Salida del pueblo de Villalfeide.

Momentos previos al amanecer.

La luna y la cumbre deseándose buenas noches y hasta mañana.

Villalfeide, durmiendo...

La luna como único farol de nuestro camino.

En la noche: Avelino y Villalfeide


El sol tiñe poco a poco a la noche...

Disfrutando de las cumbres en la cima del mundo. 
Al fondo, Peña Valdorria.

En lo más alto y al amanecer.

Bajando hacia Villa ya despierto.


Avelino, junto al agre redondo.

Aquí están los dos trastornados del día.

Abre los ojos, por que sino el ostión es terrible.


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